El año pasado elegimos para ir de vacaciones la isla de Menorca. Me encantó, la verdad es que en ocasiones no nos damos cuenta de que tenemos muy cerquita auténticos paraísos que nada tienen que envidiar a sitios mucho más famosos como por ejemplo el Caribe que está tan de moda...
Estuvimos toda la familia y el tiempo que nos hizo fue buenísimo, Alquilamos un coche nada más llegar para poder movernos por toda la isla. Recorrimos la mayoría de las calas,
todas llaman la atención por sus playas blancas y sus aguas transparentes.
La gastronomía es muy rica, no puedes irte sin probar las ensaimadas, rellenas de muchas cosas, la sobrasada, el queso de Mahòn, la caldereta de Langosta, para chuparse los dedos!!!
Es un viaje que recomiendo para pasar unos días de descanso y tranquilidad.
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